Los cultivos transgénicos son aquellos
que contienen un gen o genes que han sido insertados artificialmente por medio
de la biotecnología moderna, en lugar de haberlos adquirido naturalmente.
Generalmente estos “genes externos” se introducen con el fin de proporcionar al
cultivo la resistencia a pestes (insectos, hongos y virus) y tolerancia a
herbicidas (un tipo particular de agroquímico que ataca a las malezas que bajan
el rendimiento de los cultivos). Los agroquímicos son una enorme batería de
sustancias que entre otras cosas permiten combatir las plagas.
Los cultivos que, en nuestro país, son
en su mayoría genéticamente modificados (transgénicos) son la soja, el maíz y
el algodón. También existen cultivos transgénicos de remolacha, papa, canola,
pepino, alfalfa y papaya.
El mejoramiento en el resto de los
cultivos como frutales, tomate, verduras de hoja, etc. se realiza por una
práctica de agricultura que se denomina convencional que consta de seleccionar
las semillas solo de aquellos ejemplares que dieron mejores productos o forzar
a los cultivos a "reproducirse" con ejemplares que tengan
características especiales, comercialmente beneficiosas. Cuando el
cruzamiento se da entre variedades que no pueden dar semillas se denominan
híbridos (este es el caso de algunas plantas ornamentales como las orquídeas y
de algunos frutales como los cítricos).
Lic. Isis Coalova
Becaria Doctoral CONICET-IQUIBICEN